Te voy a echar de menos aunque sepa que te volveré a ver pasado mañana.
Cuarenta y ocho horas son demasiadas para obviar que no estás.
No pienso tocar nada. Dejaré todo tal y como lo dejaste. Quiero creer que el tiempo se paró en el instante que saliste por la puerta de casa con la mochila a cuestas y que no volverán a girar las agujas de mí reloj hasta que vuelvas. Cada día intento enseñarte alguna cosa nueva que te haga crecer como persona. Pero confieso que aprendo más de tí que tú de mí.
Veo como vas parando junto a las vallas que irrumpen el camino por donde andas y como las saltas para superarlas. Tomándote el tiempo que cabeza y corazón te requieren. Para nada lento. Paso firme y seguro para afianzar conocimiento, para hacer brotar seguridad, para alimentar piel, alma y vida.
Mil gracias por darme tus abrazos, risas, lágrimas, tú humor confundido, tú mano que ayuda a levantarme y que intenta evitar que caigas con dureza al suelo.
Hace diez años no te conocía y hoy no podría existir sin tí. Una gota creciente en mí interior, una década inolvidable que quiero que se multiplique por diez. ¿Pido lo imposible? No lo se, pero yo quiero intentarlo y lucharé por conseguirlo. Seguiré escribiendo el libro de mí vida con tú letra y la mía. El regalo más grande que te pueden dar y me lo ofreces a tú en cada suspiro.
Tremendo! Enhorabuena
Me gustaMe gusta
Qué dedicatoria más bonita. Cuando sea un poco mayor enséñasela, le hará ilusión. Besitos
Me gustaMe gusta
Muy bonito 😜
Me gustaMe gusta
Gràcies Lluís! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona