No me toques.. aunque tampoco insistiré en repetirlo, será difícil que lo consigas.
No me mires ¡ya que poco me puedes ver! Intenta besarme, quizás puedas rozarme, solo quizás. Aunque se que tal como vengo me iré.
No es que esté lleno de insoportable egocentrismo. Soy muy poco físico, apenas podrás percibirme al no ser que mi enojo se desboque ante tí.
El aire que te acompaña en una dulce siesta, el vendaval que arrasa con furia con mirada vendada te habla sin esperar respuesta.